El perdón no existe.

Todo aquello que no reconocemos de nosotros mismos, se transforma en sombra. Cada vez que tenemos un inconveniente con alguien, en realidad, ese alguien actua ante nosotros, para ayudarnos a descubrir esa herida interna que tenemos abierta, y que pasamos a nuestra sombra, al negarla. Sentir mucho dolor, odio, un fuego intenso que nos carcome hacia alguien, es una señal de esto. Podemos sacar a esa persona de nuestro círculo social, claro. Esta de moda el señalar a los demás como "toxicos". Entonces seguimos desoyendo nuestra herida interna, creemos que todo es un rollo de los demás, y los sacamos de nuestras vidas. Es fácil, claro está. Damos vuelta la página y listo. Aca radica el meollo: van a llegar uno tras otro, actores a nuestras vidas, a mostrarnos esas heridas hasta que hagamos un análisis profundo de lo que acontece. Y de ahí, surgen frases como: "Todas las mujeres son iguales", "todos los hombres son iguales". Repetiremos la historia hasta el cansancio, si no nos damos cuenta de que en realidad, el actor de turno nos va a hacer por fuera, lo que nosotros nos hacemos por dentro. ¿te maltrata? Revisa en tu interior en que manera te maltratas. ¿Te menosprecia? Revisa en tu interior de que manera te menosprecias.

Y a la luz de este concepto, no hay nada que perdonar . El/ella no me hizo nada, solo vino a mostrarme lo que yo me hago, para pasarlo a revisión y modificarlo. Mas alla de que elijamos seguir o no con esa persona, en el fondo, en silencio y en privado, deberiamos dedicarle un "gracias".

Andrea